Así que están todos invitados hoy a las doce del día a la UAEM, a escuchar una nueva propuesta de un México diferente. Interesante. ¿No cree usted?

El día de hoy, a las 12 horas, estará el Ing. Cuauhtémoc Cárdenas en Cuernavaca para presentar su libro “Una Democracia Participativa. Debatir el presente para un mejor futuro”, en el Auditorio Emiliano Zapata de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos.

El Ing. Cárdenas asiste a invitación del Grupo Empresarial Morelos y la Universidad Autónoma del Estado de Morelos. El libro será presentado por el señor Rector de la Universidad, Dr. Gustavo Urquiza Beltrán, la Directora de la Facultad de Diseño, Lorena Loyola Piña y este servidor suyo, el Presidente del Grupo Empresarial Morelos, Mtro. José Teodoro Lavín León.

Nos comentan que el libro en cuestión señala que “la Revolución Mexicana es inentendible, ya que su propósito siempre ha sido erigir un pueblo esencialmente democrático”, lo que al parecer no está sucediendo.

Siendo Cuauhtémoc Cárdenas una figura central de la transición democrática en nuestro país y dirigente de la izquierda mexicana, en este nuevo libro hace una revisión histórica y crítica del proceso revolucionario iniciado en 1910.

Con un desglose de los principales documentos, analiza las diversas etapas, desde los antecedentes de la Revolución, la fase armada (1910-1920), el periodo de estabilización (1920-1934), el momento mas alto de las realizaciones revolucionarias (1934-1940), el declive (1941-1982) y el ciclo de desmantelamiento institucionalizado (1982-2018).

Por una democracia progresista demuestra que la Revolución Mexicana es una revolución viva, cuyo propósito sigue siendo la edificación de una amplia, sólida y perdurable democracia. Así, a partir de argumentos rotundos y una consistente visión de futuro, concluye que la nación atraviesa por una crisis institucional y debe volverse a los principios y a la ideología de la Revolución, pues todavía propone soluciones inmediatas y le resta mucho camino por andar.

Así que están todos invitados hoy a las doce del día a la UAEM, a escuchar una nueva propuesta de un México diferente. Interesante. ¿No cree usted?

En otro tema, la destrucción de la única casa que queda en Cuernavaca de la época de oro, cuando Cuernavaca fue prácticamente la segunda capital del país, a donde todos los grandes líderes y políticos de nuestro país venían a pasar el fin de semana y las vacaciones está siendo destruida con una impunidad impresionante.

La Casa de La Chica, como se le llama, es una residencia inmensa que es la única sobreviviente de esa época y, para desgracia de los morelenses, una de las empresas que nos ha explotado durante años se hizo propietario de ella en la época del presidente Calderón, y ya estuvo a punto de tirarla y hacer una explanada para que fuera estacionamiento de los grandes autobuses de Pulman de Morelos, empresa que se ha convertido en una de las grandes depredadoras de los bellos árboles de nuestra ciudad, ya que lo mismo ha hecho en la zona de “La Selva”, en la hermosa casa que fue de los Salinas, donde jugamos muchos de los morelenses y que conocemos a la perfección y donde, a pesar de estar pegada al Parque Melchor Ocampo, han depredado árboles con la mentira de que estaban enfermos. Qué casualidad que sólo se enfermaron los árboles del lado de la estación de autobuses, pues los demás hermosos ahuehuetes del parque han de estar vacunados, si es que eso existe, ya que estando en el mismo lugar no están enfermos. No cabe duda de la impunidad que ha logrado esa empresa al estar protegida por uno de los grandes rateros de cuello blanco de la ciudad, que por dinero es capaz de cualquier cosa.

Por su parte, el gobierno, con eso de que el Pulman le presta sus camiones, primero para las campañas y después para algunos viajes, hace lo que quiere la empresa transportista y está secando desde hace meses los hermosos árboles de casi cien años de la hermosa casa La Chica.

La casa no debe modificarse, porque ya fue declarada como casa colonial y está protegida por decreto del Presidente Felipe Calderón, a solicitud que hicimos los Cuernavacos en su época, y de la cual su servidor tiene copia.

La destrucción es ahora cosa de todos los días y, poco a poco, han ido secando los árboles frente a las barbas del Ayuntamiento, pero, como el anterior Presidente Municipal era un hampón, algo le han de haber dado para que, violando la ley, nada dijera y lo hicieron en sus narices. Ahora podemos ver desde afuera los grandes árboles tirados después de secarlos y nadie hace nada; esperamos que este Ayuntamiento no se venda como los anteriores y ponga un hasta aquí a la destrucción de nuestro patrimonio, que es de todos los cuernavacenses, ¿para qué queremos la farsa de la “eco-zona”, si en su cara secan a propósito los grandes árboles que deberían ser protegidos por ellos? ¿No cree usted?

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