Habitantes de Cuernavaca denunciaron un nuevo atentado contra el medio ambiente en la capital, pues una constructora inició la muerte de por lo menos una decena de árboles en plenitud de vida porque “estorban” a su proyecto.
Los ejemplares fueron “regados” con diésel quemado para conseguir que mueran desde la raíz, ante la presunta omisión de la Secretaría de Desarrollo Sustentable y Servicios Públicos de Cuernavaca.
Francisco Mendoza dio cuenta, a través de Facebook, del atentado en la privada Río Grande, esquina con Río Pánuco. “Por segunda ocasión, esta semana se vertió diésel quemado a los únicos cuatro árboles sanos que quedaban en Rinconada Río Grande y seis más sobre la Av. Río Pánuco, Col. Vista Hermosa, Cuernavaca”, escribió.
Agregó, “debe ser una constructora que opera con total impunidad, no se han hecho presentes las autoridades correspondientes en ningún momento. Sólo la asociación Guardianes de los Árboles ha apoyado”, continuó su denuncia y citó a la Fiscalía Ambiental, a la Secretaría de Desarrollo Sustentable y Servicios Públicos y al alcalde José Luis Urióstegui Salgado.
Aparentemente, en atención a la queja, personal de la Fiscalía Ambiental del Ayuntamiento realizó una inspección en el lugar señalado.
El personal refirió que el propietario del predio, o la constructora, debió tramitar los permisos ambientales, junto con los de construcción para poder retirar los árboles.
Pero aclararon que, bajo ninguna circunstancia se puede atentar contra la vida ambiental de la forma que se está haciendo, por lo que añadieron que la Fiscalía podría imponer las sanciones correspondientes, una vez que se lleve a cabo la indagatoria.
Refirieron que siempre, cuando hay un daño ambiental, los ciudadanos o empresas deben tramitar, junto con las licencias de construcción, los permisos ambientales (constancias de no afectación arbórea) y, en su caso, la remediación, vía restitución.
“Es la única manera que hay para retirar un individuo arbóreo”, insistieron ante el evidente ataque que se llevó a cabo contra los ejemplares.
En el predio, totalmente bardado, se llevan a trabajos de excavación y se anuncia la venta de terrenos y la preventa de departamentos.
La semana pasada, colonos de la zona reportaron que una obra en construcción pretendía talar cuatro árboles que se encontraban sobre la vía pública, ya que trataron de cortar las raíces con seguetas y los trataron de secarlos con líquidos corrosivos.
Frente a esta situación ecologistas de Cuernavaca intervinieron con la limpieza de las raíces de estos centenarios árboles, pero esto duró menos de dos días, pues el día domingo nuevamente amanecieron cubiertos con estos líquidos y también otros ejemplares que se encuentran a unos cuantos metros.
Según testimonios de los vecinos, la Fiscalía Ambiental está enterada de estos sucesos, pues ya emitió un citatorio a los responsables “pero aún no se ve que actué de manera rápida frente a este ecocidio”.
Los vecinos intentaron hablar con los dueños de la obra en construcción pero les fue negada la entrada e incluso manifestaron que se les respondió con un mal trato por parte de los trabajadores.
Ecologistas expresaron que está acción de destrucción está prohibida por el Artículo 22 del Reglamento de Ecología del Municipio de Cuernavaca, sin embargo, las construcciones de casas habitacionales, hoteles y espacios comerciales son los que más infringen contra las plantas arbóreas de la capital.
You must be logged in to post a comment Login